Pedro Sánchez mantiene en su intención de superar su investidura como presidente del Gobierno antes de Navidad, pero la necesaria negociación con los partidos, principalmente con ERC, podría alargar los plazos inicialmente previstos y ya se abre a la posibilidad de una investidura después del 25 de diciembre.

El primer contacto oficial entre los equipos negociadores de PSOE y ERC constató que había posibilidades de acuerdo, pero también diferencias que todavía se tienen que solventar, según trasladaron a Servimedia fuentes encargadas de la negociación.

Ambas delegaciones tienen la voluntad de alcanzar ese punto de encuentro que permita que ERC no obstaculice la investidura de Sánchez como jefe del Ejecutivo. Si bien, admiten que la premura que tiene el PSOE por cumplir los plazos que se ha dado el presidente en funciones –de tener Gobierno antes del 24 de diciembre- no va acorde al tiempo con el que trabajan en la formación republicana.

“Iremos a una investidura cuando tengamos los apoyos”, admiten desde el equipo del también líder del PSOE porque, tal y como ya confirmó la portavoz del Ejecutivo en funciones, Isabel Celaá, no irán a una investidura fallida. 

Evitar la presión de unas nuevas elecciones

Eso supondría poner en marcha el ‘reloj’ para una nueva convocatoria de elecciones –dos meses desde la primera votación- y no quieren incluir esa presión en la negociación.

El calendario que maneja Sánchez, y por el que todavía apuestan, es el de celebrar la sesión de investidura la semana del 16 de diciembre, de manera que pueda configurar su Gobierno antes del 23 de diciembre.

Así las cosas, fuentes de la negociación trasladaron a Servimedia que “dependerá de cómo vayan las negociaciones” el cumplimiento del calendario y la fijación de la sesión de investidura.

La cita del pasado jueves entre PSOE y ERC terminó con más optimismo por parte de los socialistas que por los republicanos, pero las dos partes coincidieron en que la nueva cita para 3 de diciembre es una buena señal de la voluntad de acuerdo a la que se agarran, especialmente, desde el entorno de Sánchez.